Están elaborados con magro y tocino de cerdos ibéricos puros alimentados a base de bellotas en las dehesas de Jabugo (Huelva). La carne se selecciona, se trocea y se pica para condimentarla con pimentón y otras especias. Una vez que se ha formado la masa, se embute en tripa natural, se somete a un proceso de ahumado y por último pasa tres meses de curación en los secaderos jabugueños.
El chorizo se entrega envasado al vacío (ver foto).